En la vida, no todo sale como uno quiere.

A pesar de todo lo que esta pasando, sigo sin nada a que temer.

A pesar de que sigo por mal rumbo, yo tengo el control.

A pesar de que sé que estoy mal, no hago nada por cambiar, porque no quiero, porque no me siento con fuerzas de cambiar, de sonreir, de escuchar, de hablar, por mucho que me apoyeís, por mucho que os preocupeis por mi, no encuentro el momento.

Yo sueño, de que algún día algo bueno pase, algo como que venga la felicidad y me abrase.

Pero solo es eso, un sueño, un sueño como otro cualquiera, un sueño del montón.

Hoy, ha sido la gota que colma el vaso, ya si que no.

He pasado de contarle mis cosas a mis amigos, a contarselas a un desconocido.

De reir con ellos, a llorar con ellos.

De ser amable, a ser egoísta.

De tener la cabeza en mi sitio, a no saber donde estoy.
De querer a todo el mundo, a odiar a casi todos.
De pedir perdón, a pasar.
De contar con ellos, a no contar con nadie.
De estar con ellos, a estar con quien sabe quien.
De hacer que se rian, a hacer el subnormal.
De estar tranquila, a estar nerviosa y alterada.
De verme bien, a darme asco.
De echarle de menos, a desear que se muera.
De ser mi amigo, a ser un desgraciado.
De saber lo que ago, a no saber na de ná.
De tener ilusion, a buscarla.
De tener ganas de querer y amar, a tener ganas de que nadie se acerque a mi.
De querer estar atada a él siempre, a querer ser libre.
De querer enamorme, a evitarlo.
De querer estar con ella como antes, a no querer ni cruzartela por la calle.
De echarle de menos, a desearlo más que nunca.
De ser un simple amigo, a serlo todo.


Supongo que no todo será malo, supongo, que mis ojos ahora no son capaces de ver lo bueno que me rodea. Ojala sea así, porque si no, seguiré intentando estar feliz en un mundo de mierda.


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Hoy, es uno de esos días, que te despiertas con una sonrisa, pero poco a poco, pasando las horas y minutos, solo queda en tu cara una sonrisa fingida, llena de odio y desprecio, de desesperación.