29 febrero, 2012

Aveces prefiero no existir.

Me gustan los días nublados, aunque esos días me duela bastante la cabeza, me gusta que haga tiempo de llevar sudadera y que cuando te la quites notes el fresquito. Me encanta el olor a bizcocho recién hecho, y ver como se hacen las galletas en el horno. Soy de las que se pide un menú infantil en el burguer de nuggets de pollo y nestea. Me encanta fumar y esa sensación que te dan los porros, pero no abuso mucho de ello. Me paso todo el día pensando en como hacer para que me hable, pero nunca soy capaz de decirle nada. Soy de las que dice: a lo hecho pecho, y que un clavo no saca a otro clavo. Me gustan las cosas románticas, pero siempre en el momento oportuno. Me gustan los aviones, el cielo, las nubes, y lo que más los pingüinos y la Antártida. Canciones bonitas igual a lagrimitas. Odio las hamburguesas y que la gente hable sin saber. No me gusta que la gente se meta en mi vida ni que me reprochen nada.No me gusta que me esten todo el rato mirando. Me encanta mi pelo azul, mis peircing, mi rasta y mi dilata, odio mi cuerpo pero intento no pensar en ello. Soy de las que piensa que es malo echarte de menos y quererte, pero vivo con ello. Me gusta que la gente me conozca y que sepan que significa cada cosa que hago, pero odio darme a conocer. Me gustan los días de playa y los días de lluvia encerrada en casa. Soy de las que pasa de hablar de las cosas que me duelen, y de las que piensa que si duele es porque todavía me importa. Tengo mucha fuerza de voluntad y un miedo increíble. Prefiero la fresa antes que el chocolate, las galletas con leche antes que con zumo, el azul antes que el verde, las mates antes que la lengua, los porros antes que el tabaco, tinto antes que cerveza, ron antes que el whisky, pelirroja antes que morena, y sobre todo una mirada antes que una sonrisa. 
Y por encima de todo me encantan sus abrazos y su sinceridad, pero no quiero hablar de él.




No tengo ni idea de  que cojones hago, ni porque estoy aquí ahora mismo pudiendo estar en otro sitio, no se porque salí ayer por la tarde, no se porque sentí lo que sentí, ni siquiera porque escribo esto.
Pero lo peor de todo es que si lo sé, pero joder, ¡Preferiría no saberlo!

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