15 enero, 2011

¿El amor es un cuento?

Te recuerdo y tiemblo. Me duelen los brazos por todos los abrazos que me faltan sobret u esquinado cuerpo. El dolor de mis brazos se ha tornado insoportable: te añoran, pequeño mío, necesitan rodearte con fuerza hasta apagar los rayos de fuego que los recorren. El sufrimiento del alma encuentra el camino del cuerpo para mostrarte; somos la piel herida, el corazon enfermo, el estómago sangrante. Somos el dolor que galopa nuestro cuerpo. Tú eres parte de ese cuerpo y mis abrazos te buscan insensibles a mis razonamientos, sordos a todo cuanto sea encontrarte para reecontrarte.

Sin embargo sé que no debo buscarte, tan solo esperar a que tú encuentres el hilo capaz de señalarte el camino de regreso.

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